CHEQUEO MÉDICO DE MARTÍN FIERRO
Si sos un tipo feliz
sin temores y sin miedos
no se te ocurra jamás
dejarte hacer un chequeo,
porque te vas a enterar,
sin siquiera suponerlo,
que estás en las diez de últimas
aunque te cueste creerlo.
Seguro van a decirte
que te sobran triglicéridos
lo mismo que fosfolípidos,
sin colesterol del bueno,
y que por los ateromas;
que ellos te van produciendo
ya tenés la cañería
tapada de medio a medio:
que eso preanuncia un infarto,
que todo es cuestión de tiempo...
También te puede ocurrir
que te encuentren un bloqueo,
una elongación de aorta
que no augura nada bueno;
taquicardia sinusal
que habrá que parar a tiempo,
o una isquemia de cuidado
en el ventrículo izquierdo.
Son enormes las variantes
del informe del chequeo,
todo es cuestión del color
del cristal de tu galeno:
inflamación en el colon,
irritación en el recto,
que el intestino delgado
no absorbe los alimentos;
exceso de fosfatasas
o carencia de anticuerpos;
que puedas tener mareos
por culpa del oído medio,
enfisema pulmonar,
úlcera en el duodeno,
insuficiencia renal,
cálculos en el colédoco;
y hasta te pueden decir
aunque no entiendas ni medio,
que "hay una falla en el ácido
desoxi-rribonucleico".
Y aunque te sientas fenómeno
y así le insistas al médico,
lo tenés que aceptar todo
porque lo dice el chequeo.
Lo que más te va a asombrar
-aunque en esto seas un lego-
es la gran similitud
de todos los tratamientos
excluyendo, por supuesto,
el tema medicamentos:
siempre una dieta hiposódica,
andar kilómetro y medio
y nada de carnes rojas
ni embutidos ¡y ni quesos!;
sí pescado -bien hervido-,
y pollo, pero sin cuero...
Tendrás que decirle adiós
a tus grandes compañeros:
el whisky y el cigarrillo,
y hasta al cafecito negro.
Si a vos, que antes del chequeo,
casi te creías Tarzán,
poco menos que un pendejo,
te digan "que estás pa'l jonca
si no lo tomás en serio"...
Por eso querido amigo
a aconsejarte me atrevo:
si sos un tipo feliz,
sin temores y sin miedos,
¡no se te ocurra jamás,
DEJARTE HACER UN CHEQUEO!
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