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Curiosidad: Toneladas de neuronas

Curiosidad: Toneladas de neuronas La fotografía más famosa de la historia de la ciencia

Hace casi 80 años, una conferencia sobre física organizada en Bruselas, en pleno período de entreguerras, reunió a un elenco de mentes privilegiadas irrepetible.

A comienzos del pasado siglo XX, el industrial y filántropo belga Ernest Solvay empleó parte de su fortuna en organizar varias conferencias sobre física a la que eran invitadas las mentes más privilegiadas del momento.

Sin duda la más famosa de todas fue la quinta conferencia sobre física que tuvo lugar en octubre de 1927, a la que asistieron los padres de la física cuántica y otras figuras ya consagradas en otros campos. De aquel irrepetible plantel de genios, reunidos en torno a la temática "Electrones y Fotones", nos queda la que para muchos es la fotografía científica más famosa de la historia.

De los 29 asistentes, 17 eran ya, o fueron más tarde, premios Nóbel.

Uno se da cuenta de la trascendencia de la reunión y de los asistentes cuando reconoce los rostros de Pauli, Schrödinger, Einstein, Dirac, Marie Curie, Bohr, Planck, Lorentz y Heisenberg por citar a los más conocidos.
Esta es la lista completa de asistentes:

(Hilera superior, de izquierda a derecha)
A. Piccard, E. Henriot, P. Ehrenfest, Ed. Herzen, Th. De Donder, E. Schrödinger, E. Verschaffelt, W. Pauli, W. Heisenberg, R.H. Fowler, L. Brillouin.

(Hilera intermedia, de izquierda a derecha)
P. Debye, M. Knudsen, W.L. Bragg, H.A. Kramers, P.A.M. Dirac, A.H. Compton, L. de Broglie, M. Born, N. Bohr.

(Hilera inferior, de izquierda a derecha)
I. Langmuir, M. Planck, Madame. Curie, H.A. Lorentz, A. Einstein, P. Langevin, Ch. E. Guye, C.T.R. Wilson, y O.W. Richardson.

Con la perspectiva que dan los 78 años transcurridos hasta la fecha, y teniendo en cuenta lo que sus trabajos han supuesto para la física a día de hoy, cualquiera podrá admitir que esta fotografía representa la mayor aglomeración de genios de la historia.

Anecdota del encuentro:
La anécdota de aquel encuentro la protagonizaron las dos figuras de la época: Einstein y Bohr. Cuando ambos discutían sobre el principio de incertidumbre de Heisenberg, el primero hizo su famosa objeción: "Dios no juega a los dados", a lo que Bohr replicó, "Einstein, deja de decirle a Dios lo que debe hacer".

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