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Campamento Virtual

Importa lo que construyes (Gracias Majo)

Importa lo que construyes en el instante fugaz, no los
errores de un pasado que sólo es recuerdo.

Importa la sabiduría que vives y compartes, no los títulos y cargos que
inflan el ego.

Importa la verdad, no tu verdad; valen los buenos
frutos, no las vanas promesas. Lo que importa no es cuánto vives, dónde
vives y qué tienes, sino cómo vives y cuánto amas.

Lo valioso está en tu interior y en el de los demás, no en la fachada.

Lo que necesitas no es lo que sólo te da placer; tantas veces lo que más
necesitas es lo que menos te gusta.

No importa si te hirieron o te maltrataron, lo que importa es si eso te
sirvió para crecer y perdonar.

Lo que te perfecciona no siempre está exento de dolor; porque el dolor suele
ser un buen maestro, si
sabes amar.

Lo que importa no es que cambies a los demás, sino que cambies tú, los
aceptes y los comprendas. De hecho, una relación auténtica te libera y te
empuja hacia arriba, no te aprisiona ni te anula.

Lo que vale es la realidad, no tus máscaras.

Lo que cuenta no es si las penas te aturden y te trituran, lo valioso es
aprovecharlas para
madurar y mejorar. Nada sucede por azar, todo tiene su razón de ser y nada
es inútil, aunque no lo entendamos.

 Lo terrible no es que estés solo, lo cruel es que te sientas solo, incluso
cuando estás en compañía.

Lo que necesitas son personas que piensen distinto, aunque te disguste, no
marionetas que manejas a tu antojo. Aquellos que te quieren no son los
mismos que te adulan, y los que te forman son los que pulen tus aristas.

 Lo que importa está en tu esencia, no en las
apariencias. Lo que permanece nace de tu yo profundo, no del ego y sus
ilusiones.

Lo que importa no es a qué credo perteneces, sino cuánto sirves; no en cuál
país naciste, sino en cuál das lo mejor de ti.

 Lo importante es que Dios sea tu amigo constante y tu guía, no cómo lo
llamas o le rezas. Cuentan los puentes que nos unen, no los rótulos que nos
separan; importan los firmes principios y los altos valores, no un partido
ni una ideología.

Lo que vale en el más acá, casi siempre, es
lo que menos cuenta en la eternidad.

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