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Cuevas de ecuador

NUEVOS DESCUBRIMIENTOS EN TORNO A LA CUEVA DE LOS TAYOS


Durante los últimos tres meses Alex Chionetti se ha encontrado investigando el sistema de Tayos del oriente ecuatoriano. Para ello realizo dos expediciones conjuntas y consecutivas, una con el apoyo del GITFA, (Grupo de Intervención Táctica de la Fuerza Aérea), concentrándose en las cavernas de la provincia de Morona Santiago.Estos miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana están adiestrados para todo tipo de terreno, aunque los miembros que acompañaron a Chionetti se especializan en andinismo, y en el descenso a sistemas cavernarios, y equipados con lentes infrarrojos, como así sistemas de GPS. El grupo expedicionario estuvo conformado por los sargentos Patricio Arcos y Nelson Chulpe, y por el Cabo Marcelo Salguero.
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El propósito de la expedición era comprobar las aseveraciones de Stanley Hall, el controvertido seguidor de las teorías de Juan Moricz que el año pasado conmociono a aquellos interesados en el tema de la "biblioteca metálica" de la Cueva de los Tayos.
Hall conmociono a los seguidores de la saga del tesoro perdido de las selvas ecuatorianas, al publicar el paradero del mismo .El estudioso escocés se baso en casi treinta años de investigaciones, concluyendo que la historia original partió de la región del Río Pastaza y no del Coangos, donde Juan Moricz se auto declaró el descubridor de un sistema de cuevas que exploraría entre 1966 y 1969, y que lo hubieran conducido subterráneamente hasta Cajamarca (Perú), como confesaría muchas veces a lo largo de su vida.
.Después de veintisiete años de estar investigando el tema Alex Chionetti finalmente decidió lanzar la primera parte de sus exploraciones con el aspecto más novedoso del tema, las declaraciones de que la biblioteca se encontraba en una de las cavernas del Río Pastaza, y no en el Coangos, como todos presumieron desde los años sesentas, y en donde se concentraron las expediciones del 69, y del 76, organizada por el propio Hall.
Todas esas expediciones concluyeron en no encontrar la perdida biblioteca metálica, visualizada por Moricz y por el espeleólogo Julio Goyen Aguado entre 1966 y 1968.Stanley Hall ya no vive en el Ecuador, y no acepto la invitación de Alex Chionetti de acompañarlo en estas nuevas expediciones, ya que se cumplen 30 anos de la expedición internacional, donde el astronauta Neil Armstrong fue el padrino de la misma, y que recientemente visitara la zona en una gira no publicitada, de tipo de beneficencia para la ayuda de los conflictiva zona shuar.
Debido al conflicto reinante en la zona desde mitades de año, la federación shuar ha prohibido el ingreso a las regiones fronterizas, debido a la presencia de una minera canadiense que había comenzado a destruir la biodiversidad de un parque nacional de la Cordillera del Cóndor. El grupo expedicionario debió pasar por muchos peligros. Primeramente la condición de las puentes colgantes en los principales ríos se encuentran destruidos por su antigüedad y falta de renovación, y décadas de crisis económicas. Pero mayormente debido a la hostilidad de las comunidades shuars que no diferencian aquellos que los han afectado, como petroleras o mineras, de los que vienen en son de paz y a divulgar al mundo sus creencias, costumbres y misterios tradicionales.
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La Expedición Chionetti-ECUAVISA Internacional pudo adentrarse en casi su totalidad hasta el fondo de la Caverna ubicada en las cercanías del Río Pastaza. Durante la misma pudieron fotografiar, filmar, y estudiar el comportamiento de los pájaros tayos, aves guaneras consideradas sagradas por los indios shuars desde tiempos inmemoriales, los cuales todavía acuden en este periodo a cazar los pichones en nidos ubicados en altos paredones cavernarios.A lo largo del río subterráneo, Alex Chionetti pudo encontrar varias esculturas inexplicadas, del estilo de la "Cultura Masma", conectando sus búsquedas de construcciones similares a la Meseta de Markawasi (Perú), donde especies animales extintas están representadas en calendarios y en verdaderas constelaciones representadas en granito volcánico esculpido.

Para Chionetti las dos evidencias mas importantes de la civilización atlante en Sudamérica se encuentran entre los andes peruanos y ecuatorianos, teniendo los interiores de las cuevas de tayos evidencias de culturas antidiluvianas que conocían técnicas arquitectónicas y escultóricas que se han encontradas perdidas hasta el día de hoy. Subterráneamente, como antropológicamente, los dos países se encuentran conectados por un sistema de túneles con evidencia de habitacionalidad humana, que correrían desde Venezuela hasta Tierra del Fuego.
Agrega Chionetti: "Revisar la vida y las teorías de Moricz en el lugar donde sucedieron los hechos es una experiencia única, descubrir que su teoría de que los pueblos europeos pudieron salir de aquí, del corazón amazónico, es una posibilidad que veo cada paso, cada vez que cruzo un puente colgante, o un sistema fluvial, que fueron paso forzoso en una región que era en realidad desconocida, y que no me puedo imaginar hace cuarenta años. Sin duda Moricz fue un verdadero explorador, de las geografías físicas y de las geografías invisibles del oriente ecuatoriano. Lastima que se llevo los secretos mas importantes a la tumba, y los que lo rodearon no supieron inquirirle como yo lo hubiese hecho si lo hubiera encontrado hoy en día con vida"
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Alex Chionetti es uno de los pocos investigadores de campo sin ningún apoyo institucional esforzándose en encontrar mas evidencias de esos constructores avanzados, y que saben que el continente sudamericano contiene más misterios que la antropología oficial sigue negando. Entre esas esculturas se pueden observar aves de tipo cóndores o palomas, peces tipo pirañas que abundan en la zona, y una simbiosis de pájaros peces, los cuales concuerdan con muchas de las mitologías shuars.

En una parte de las cuevas, Alex Chionetti y su principal director de fotografía Mathias Spatz, pudieron descubrir un área, un alerón del techo cavernario, con reflejos de metales auríferos (ver fotografía), donde sobresalen rectángulos perfectamente delineados, y que perfectamente tanto en el remoto pasado, como en el presente pudieron contribuir a la leyenda de laminas de oro en el sistema de las Cuevas de los Tayos.

Durante sus recientes investigaciones en el Ecuador, Chionetti pudo encontrar la pista del famoso líquido que disolvía las rocas. En un golpe sincronistico tuvo la suerte de entrevistar a un "huaquero" del norte del Ecuador, cerca de la frontera colombiana, quien en los años sesentas pudo ver como después de que se rompían unas ánforas funerarias de una tumba recién excavada y sumamente rica en maizales de oro, el liquido conteniente comenzaba a ablandar y a casi derretir las rocas donde se había precipitado. Los cronistas de indias ya hablaban que las espuelas de los conquistadores españoles se consumían a atravesar ciertos campos de malezas, pero los botánicos nunca pudieron identificar particularmente esas hierbas.

"Esta es la primera vez que nos acercamos a una nueva evidencia de que existían soluciones acuosas que ayudaban a moldear las rocas y las construcciones preincaicas. Ya antes de la conquista los mineros indígenas utilizaban estos líquidos para cavar sus túneles, como lo revelan varios hallazgos de raspadores y superficies evidentemente suavizadas", comenta entusiasmado Chionetti, quien piensa volver a esa región para encontrar el lugar justo. Sabemos que esas ánforas tenían un metro de alto, y tenían guardas rojas contrastadas en un fondo negro". Para Chionetti esas técnicas escultóricas ayudaron a la construcción de bloques ciclópeos, los cuales encontramos en superficie como debajo de ella, como en las pretendidas anomalías geológicas de los Tayos, los cuales no lo son, sino remanentes de una técnica escultórica desconocida.
Además Chionetti realizo muchos reportajes conexos con el área, entre ellos el seguimiento de la perdida colección del Museo del Padre Crespi de Cuenca, donde nadie sabe donde fueron a parar la mayoría de las laminas de oro, algunas en exhibición europea."Hay una relación intrínseca entre las piezas laminarias de Crespi, y la leyenda de la bibliotecas perdidas de las Cuevas de los Tayos, aunque he podido identificar que los estilos ideográficos son de los Indios Cañaris".Chionetti también se ha abocado a revisar en su totalidad todos los testimonios vivientes de los pocos sobrevivientes que conocieron a Juan Moricz, y a Petronio Jaramillo, llegando a nuevas conclusiones donde ningún investigador explorador ha llegado hasta el día de hoy, y que dará a conocer en su documental ya esperado por todos.Alex Chionetti ha sido traductor al español de la Web de Stanley Hall

Saludos..... Claudio valerio

 

2 comentarios

alex -

Hola Jorge,

'Casualmente' encontre esta web donde han publicado un articulo sobre mis expediciones,y tu carta.
Si,escribeme a esta direccion o a patagonianexpress@hotmail.com
Suerte en tu viaje y mucho cuidado ya que territorio shuar es hostil y puede ser fatal en el caso de que intentes descender a la Cueva del Coangos.
Atentamente,
Alex

jorge -

puedes comunicarte conmigo? la cerradura, de los tayos, está, falta la llave, este agosto iré a buscarla, hablamos?