Meditación breve
Cuando mantengo abiertas las líneas de comunicación ayudo a establecer el orden en las relaciones personales y comerciales. Puedo hacerlo proyectando un aire de cordialidad y objetividad hacia mis amigos y compañeros de trabajo. De ese modo sé que las cosas que necesite plantear serán analizadas de manera serena y racional.
Comunicarse es también escuchar lo que otros tienen para decir. Estoy abierta a sus ideas, ya que sé que Dios habla a todos los que están dispuestos a escuchar y comunicarse, así como habla también a través de ellos.
Abrir la comunicación con el prójimo me alienta a relajarme mejor y a mantener la armonía con quienes me rodean. Recibo orientación divina para mantener abiertas todas las líneas de comunicación y la receptividad para con lo que el prójimo tiene que decir.
Bello domingo....
Claudio Valerio
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