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Santa Rosa de Lima, Patrona de América 30 de agosto

Santa Rosa de Lima, Patrona de América 30 de agosto

Santa Rosa de Lima, Patrona de América
 
(1586-1617)

Isabel Flores de Oliva nació en Lima el 30 de Abril de 1586. Recibió la Confirmación de manos de Santo Toribio de Mogrovejo, segundo arzobispo de Lima, en el villorrio de Quives (Canta) en 1597.
Desde pequeña, Rosa mostró su inmensa piedad y devoción por el Señor y su vocación permanente por ayudar a los demás, a tal extremo que sus padres pretendieron apartarla de este santo camino para buscarle un matrimonio conveniente. Más ella, sin renunciar a la obediencia que siempre profesó a sus padres, nunca cedió a esas pretensiones.
Su ferviente amor a Dios lo expresaba en diversas prácticas de penitencia que asumió desde pequeña. A los diez años de edad ayunaba a pan y agua. Comía muy poco y se preocupaba por que su alimento no tuviera un sabor agradable. En su dormir también fue muy exigente consigo misma, ya que colocaba maderos en su lecho y virutas y cañas en su almohada. Utilizaba silicios para mortificar su frágil cuerpo. Pero todo esto sólo se puede entender al conocer el gran amor que llenaba el interior de la Santa. Todo esto era la expresión de un corazón que desbordaba de piedad por Cristo. Amor que le llevó a rezar durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor"
Ingresó en la Tercera Orden de Santo Domingo, tomando a Santa Catalina de Siena como modelo de amor a Cristo y de servicio a los más necesitados. Vivió en medio de su pueblo, y conjugó una intensa vida de piedad con una caridad plena de iniciativas en favor de los pobres y los enfermos.
En su casa familiar (hoy Santuario de Santa Rosa), dedicaba largas horas a la oración. Su fortaleza y constancia superaron obstáculos e incomprensiones -hasta de sus parientes más cercanos-. Persistió en llevar una existencia de continua entrega a Dios y al Prójimo. En una habitación de su casa acogía a enfermos abandonados de los barrios humildes, a los que atendía con sus propias manos.
Dios le otorgó gracias extraordinarias pero también permitió que sufriese persecuciones por parte de sus amigos y conocidos, poniendo a prueba su carácter de santidad. Las tentaciones del maligno también estuvieron presentes, pero ella supo responder con mucha oración y penitencia.
Retirada en la casa de su bienhechora María de Uzátegui (hoy Monasterio de Santa Rosa), falleció en la madrugada del 24 de agosto de 1617, a los 31 años. Su entierro, en la Iglesia de Santo Domingo, congregó a una multitud.
Fue beatificada por Clemente IX en 1668 y canonizada por Clemente X en 1671, quien también la hizo patrona no sólo del Perú, sino de toda América y Filipinas. Santa Rosa simboliza el primer brote de la evangelización en el Nuevo Mundo

Su fiesta se celebra en el Perú el 30 de agosto, y en el resto del mundo católico el 23 de agosto.

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