Blogia
Campamento Virtual

Comparte la carga

COMPARTE LA CARGA
Un hombre que iba en el vagón dormitorio de un tren, no podía conciliar el sueño debido a que el niño que iba al cuidado de otro pasajero lloraba constantemente.  El primer hombre lanzó furibundo esta observación:
-    ¿Por qué no lleva esa criatura con su madre, a fin de que el resto de nosotros pueda dormir?
-    Amigo - dijo el hombre, con una profunda aflicción reflejada en su rostro:  quisiera poder hacer eso precisamente, pero mi esposa, la madre de esta criatura, falleció ayer.  Su cadáver está en el vagón de carga y la estamos trasladando a nuestra ciudad para darle sepultura allí.

Inmediatamente el otro hombre se avergonzó, se levantó y cuidó de la criatura a fin de que el entristecido padre pudiera descansar un poco.

    LLEVAR LA CARGA DE TU PRÓJIMO

"Nosey b'ol javeiro" en hebreo significa llevar la carga de tu prójimo.  Es decir, estar consciente y compartir el dolor de otros.  Ayudarle a llevar su carga.

Cuando alguien se lastima físicamente, la gente le ayuda. Si alguien se corta un dedo, todos corren a prestarle los primeros auxilios.  Pero cuando el dolor es emocional o espiritual, si alguien está deprimido, la gente evita a menudo la situación.  No se sabe qué hacer con esa persona.  Sin embargo, verdaderamente éstos son los momentos para ir más allá de nosotros mismos y para aprender compartir el dolor de la otra persona.  Porque un corazón quebrado es realmente peor que un brazo quebrado. Si deseas vivir en un mundo "humano", tienes que salir fuera de ti mismo y sentir los problemas que otra gente sufre.   Tú no puedes vivir cegado en un mundo donde "no hay ninguno otro excepto yo".

    PONTE EN EL LUGAR DE ESA PERSONA

El primer paso para poder compartir las cargas de otros es considerarlos como gente verdadera, no como a objetos.  La manera de demostrar seriedad a las cargas de otros es la de intercambiar lugares.  Hágale creer que los problemas de él son sus problemas. Póngase en sus zapatos. ¿Cómo se siente él en su primer día en el trabajo? ¿Qué se siente mudarse a una vecindad nueva? Pregúntese a sí mismo: Si yo fuera él, ¿cómo me sentiría?

"Compartir la carga" significa que no es suficiente notar algo, tienes que sentirlo con esa persona. Que su problema sea tu problema. Si está deprimido, siéntelo como él. ¿Cómo será sentirse viejo? ¿Débil? ¿Medio sordo? ¿Sin dientes? ¿O tener padres difuntos?

    TODOS TENEMOS CARGAS

Date cuenta que cada uno tiene docenas de cargas con las cuales uno lucha - aunque uno quiera admitirlo o no. Todos tenemos problemas de amor propio, de planes no realizados, de derrotas, de dudas, de deficiencias, de tomar decisiones.  Es parte del desafío de luchar con la vida.  Pero a pesar de la carga, la gente encubre a menudo sus verdaderas emociones.  No supongas que aquello qué aparece en lo exterior, sea necesariamente una reflexión de lo interior.  Alguien puede parecerse muy aseado y ordenado, pero con todo, interiormente pueda que esté en una agitación terrible.

Mira a la gente cuidadosamente, y piensa qué estará ocurriendo dentro de ellos.  Observa y percibe que todos los problemas, las esperanzas, los sueños, y las aspiraciones de la gente son tan genuinos como los tuyos.  Así como tú, todos tienen cargas.  Una manera excelente de enfocarse es preguntarse,  ¿cuál será la carga de esa persona? ¿Es esta persona feliz o triste? ¿Débil o fuerte? ¿Con temor o con confianza? Pon atención y podrás así compartir sus problemas.

    COMPRENDIENDO A OTROS

A todos nosotros se nos ha dado el poder de la percepción ( instintiva, emocional o intelectual) y esto lo utilizamos para juzgar a la gente.   Todos a veces nos involucramos en argumentos con otra gente, y nos preguntamos cómo es posible que ellos pueden pensar de esa manera.  Es por eso que tenemos que aprender a ver el mundo de la perspectiva de nuestros críticos.

Compartiendo las cargas de otros significa darse cuenta que toda la gente es un mundo entero en sí mismo, con una perspectiva diferente a la tuya. Toma tu tiempo para entrar el mundo de ellos y ver lo que piensan.  El escuchar, en vez de hablar, es una mejor manera de entrar en el mundo de la gente que encuentras.  No seas tan rápido imponiendo tu propia opinión; investiga primero la opinión de ellos.

Ve las cosas desde la perspectiva de la otra persona.  Por lo menos, reducirá tu cólera y aumentará tu sentido de poder simpatizar con los problemas de otros.


Mis saludos. Claudio Valerio

 

0 comentarios