Mensaje de mi Tierra (6)
En mis cinco primeros mensajes te he dicho:
1.En mi larga historia de más de 3.500 millones de años, la aparición del Hombre -homo sapiens- ha sido muy reciente: data apenas de cien mil años.
2.En la historia de la Humanidad, la revolución científico-tecnológica, es decir la aceleración del progreso de la Ciencia unida con la Tecnología-la primera que estudia la Naturaleza y la segunda que aplica los conocimientos para transformar la Naturaleza a fines utilitarias, es aún más reciente, tiene apenas doscientos cincuenta años.
3.El progreso de la Ciencia y de la Técnica, aplicado a la lucha contra las enfermedades y la muerte, ha tenido como consecuencia el aumento extraordinario de la especie humana.
4.En su afán de progreso material, el Hombre ha utilizado más y más mis recursos disponibles. Los recursos minerales no son renovables, mientras otros, como el aire, el agua y, en general, los recursos vegetales y animales, son renovables. Hay que notar sin embargo que, para poder ser renovable, un recurso vegetal o animal tiene que haber alcanzado la edad adulta para poder reproducirse. En el caso contrario, se vuelve recurso no renovable. Más adelante tendremos la oportunidad de volver sobre este tema.
5.Hasta ahora, el progreso de la Ciencia y de la Tecnología se ha dirigido principalmente del Hombre "hacia afuera"; hay un desequilibrio entre las ciencias de la Naturaleza externa al Hombre y del Hombre observable con instrumentos y las del Hombre interior. Un gran filósofo -Henri Bergson- ha dicho que, para no perder su equilibrio, como contrapeso a la prolongación de su mano, como símbolo del progreso técnico, el Hombre necesita lo que el llama "un suplemento de alma", es decir un mayor desarrollo ético y espiritual.
El progreso científico y tecnológico del Hombre es una gran cosa pero todo depende de para qué lo usa: todo adelanto puede servir para bien o para mal, para construir o para destruir. Por ejemplo la imprenta permite multiplicar la difusión de la palabra escrita, pero ésta puede educar o corrumpir. Lo mismo vale para los otros inventos de comunicación, radio, cine, video e Internet...A su vez, los explosivos son necesarios para abrir caminos a través de las montañas, para extraer minerales, pero sirven también para destruir ciudades y vidas humanas.
Me duele decírtelo, pero me preocupa el Hombre.
Yo esperaba mucho de él; él es el único que podía asociarse conmigo para transformarme y hacer de su planeta una morada digna y hermosa. Pero, en vez de eso, se ha vuelto soberbio y ha pretendido "explotarme", sacar todo el provecho lo más rápido posible, unicamente para sí, sin pensar siquiera en todos sus semejantes, ni siquiera en sus propios descendientes.
En mis próximos mensajes te hablaré de como el Hombre trata los recursos que pongo a su disposición: el aire, el agua, el suelo.
Será hasta pronto.
Tu amiga la Tierra
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