Mensaje de mi Tierra (12)
Ya te he dicho que mi suelo no puede seguir dando nutrientes a las plantas si no te preocupas de devolvérseles.
Pero ¿Cómo?
Imitando lo que hace la Naturaleza, pero tratando de guiar el proceso para acelerarlo. Y ¿Qué hace la Naturaleza?
Mucho antes que el Hombre apareciera, toda la hojarasca de los árboles, los vegetales y los animales muertos, al descomponerse se transformaban en elementos nuevamente asimilables por las plantas.
Pocos fenómenos igualan en complejidad el drama que se desenvuelve sobre y dentro del suelo; intervienen en él verdaderas legiones de insectos de diferentes familias, que se alimentan, reduciendo los desechos vegetales en fracciones cada vez más pequeñas. Una vez terminada la transformación física de la hojarasca, empieza su transformación química; en ésta intervienen cantidades increíbles de actores: diferentes tipos de hongos, cuya densidad va de de varios centenares de miles a varios millones por gramo de suelo, luego bacterias, de una densidad mayor aún, de mil millones a varios miles de millones por gramo de suelo.
¿Te imaginabas esa cantidad de seres vivos en acción?
En medio del ambiente extraordinariamente activo que acabo de describir, se va formando una materia orgánica oscura, casi negra, llamado humus, asimilable como nutriente por las plantas.
Lo que hace la Naturaleza desde millones de años, tienes que dejarle hacer, bajo tu dirección, en pocos meses, en el espacio reducido de tu huerta o de tu barrio o de tu pueblo o ciudad. Y ¿cómo, en concreto?
Primero, elegir un lugar, si posible sombreado pero no oscuro, para colocar tu pila de compost- así llaman la pequeña fábrica de humus que vas a instalar-. Como la fermentación adecuada necesita mucho aire, no hay que enterrar tu pila, sino dejarla encima del suelo.
Luego, para evitar que se desparrame el material, cercarlo con varas, de no más de un metro y medio de altura, y con lados proporcionales a la cantidad de desechos disponibles.
Ahora tienes que cargar la pila, alternando las capas de 2,5 a 5 centímetros de desechos vegetales de jardín o de cocina (éstos no cocidos), de estiércol, de suelo suelto, luego un rociado de cenizas de leña y de harina de huesos. Al alcanzar la altura del marco, mojar bien sin inundar, luego cubrir con un plástico negro que conservará la humedad y mantendrá el calor necesario.
Tres cosas son necesarias para que tu pila funcione bien: humedad permanente, sin exceso, aire, sin corriente, y calor. Para acelerar la transformación en humus, conviene remover una vez por semana si posible. La ventilación se consigue mejor abriendo "chimeneas" en varios puntos de la pila.
Según los elementos de tu pila...y tu fidelidad al programa, después de nueve a doce meses tendrás el humus. Para extraerlo, usar un cedazo bastante ancho. Verás qué rico olor a tierra húmeda...
Ya vés. puedes hacer suelo, como la Naturaleza.
Claro, con la cantidad de "socios naturales" que trabajan contigo, no es tan dificil.
Gracias por tu ayuda.
Tu amiga la Tierra
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