Mensaje de mi Tierra (14)

Supongo que deseas empezar a poner en práctica algunos de los consejos contenidos en mis mensajes anteriores. Quizás ya lo has iniciado.

Sabes que el mayor enemigo del suelo es la erosión, que puede ser física, por el agua o por el viento, o química, por el agotamiento del suelo, al no recibir los elementos que éste da a las plantas que hace crecer. Hoy quiero hablarte de un medio de conservar la calidad del suelo y el suelo mismo, tu suelo patrio.

Volvamos a la Oda de Pablo Neruda a la erosión, citada en mi mensaje 10. Después de definir el problema y sus causas, dice lo siguiente:

Ahora,

Ahora mismo, ahora,

a detener el hambre

de mañana,

a renovar la selva

prometida,

el pan futuro

de la patria angosta!

Ahora

a establecer raíces,

a plantar la esperanza,

a sujetar la rama

al territorio!

Es todo un programa de acción: para protejer el suelo, hay que cubrirlo de vegetación: pastos, arbustos y árboles. Sencillo, pero hay que hacerlo...

Los vegetales plantados cumplirán multiples funciones:

en primer lugar, van a frenar la erosión, al fijar el suelo con sus raíces y protejerlo con su follaje;

en segundo lugar, al cubrir el suelo, impedirán que el Sol lo deseque;

en tercer lugar, al caer sus hojas secas, enriquecerán el suelo, devolviéndole parte de lo que ha dado;

en cuarto lugar, con sus semillas y brotes nuevos, aumentarán su población y atraerán progresivamente animales de diferentes familias, lo que diversificará la vida del lugar;

en quinto lugar cambiarán el paisaje, haciéndolo más hermoso y agradable;

en sexto y último lugar enriquecerán el aire, al producir oxígeno.

Y termina así la Oda de Neruda:

Es esa

tu conducta de soldado,

son esos tus deberes de poeta,

tu plenitud profunda

de ingeniero.

Raíces

copas verdes,

otra vez

las iglesias del follaje,

y con el canto

de la pajarería

que volverá del cielo,

regresará a la boca de tus hijos

el pan que ahora huye con la tierra.

Asi termina Neruda ¿Que más puedo decirte?

Sólo una cosa: no esperes que comience otro para empezar tú...

Tu amiga la Tierra